El delicado acabado de yeso en paredes y techos aporta sensación de suavidad y trabaja en armonía con el mármol y la madera que fueron cuidadosamente seleccionadas.

Transformando así, el espacio en un lienzo en blanco, ideal para exhibir obras de arte. El look general es orgánico, suave y en tonos neutros, lo que nos permitió utilizar piezas únicas que aportan color y personalidad. El área social consta de un espacio diáfano, siendo el escenario perfecto para recibir a familiares y amigos. La zona de dormitorios se diseñó con un enfoque más íntimo.